Hola compañer@s
Acabo de volver de nuestra querida Cuenca, de pasar las Navidades con la familia.
Me ha sorprendido gratamente el impulso que se le está dando a la sección atletismo, en concreto al entrenamiento, y los deseos y planes de futuro tan esperanzadores que están depositados en el club, pero...
Por mi parte, ha sido un verdadero orgullo representar a Pineda en estos dos años que he estado con vosotros. Además, considero que he colaborado en algo a la mejora del club, haciendo equipo, incorporando gente nueva, dejándome la piel y la espalda en cada carrera para que la azul cimburria fuese conocida allende los cerros.
Acabo de volver de nuestra querida Cuenca, de pasar las Navidades con la familia.
Me ha sorprendido gratamente el impulso que se le está dando a la sección atletismo, en concreto al entrenamiento, y los deseos y planes de futuro tan esperanzadores que están depositados en el club, pero...
Por mi parte, ha sido un verdadero orgullo representar a Pineda en estos dos años que he estado con vosotros. Además, considero que he colaborado en algo a la mejora del club, haciendo equipo, incorporando gente nueva, dejándome la piel y la espalda en cada carrera para que la azul cimburria fuese conocida allende los cerros.
Ya casi me consideraba "uno de los vuestros", del pueblo, de toda la vida; dado el cariño con el que me recibisteis y los ratos compartidos, no sólo las carreras. Era tal el sentimiento, que aunque siempre digo que soy de Villar del Horno, mi corazón y mi cabeza me decían que Pineda era mi sitio. Estaba deseando, siempre que iba al pueblo, poder acercarme a tomar unas cervezas a la sede y encontrarme con mis amigos, pero...
Tengo la extraña costumbre de fastidiar las cosas, cuando parece que éstas me marchan bien. No sé, si la excusa de buscar nuevos retos que superar, una nueva motivación, conocer gente nueva, o que sé yo, me han llevado a tomar la decisión de dejar el club.
Tengo la extraña costumbre de fastidiar las cosas, cuando parece que éstas me marchan bien. No sé, si la excusa de buscar nuevos retos que superar, una nueva motivación, conocer gente nueva, o que sé yo, me han llevado a tomar la decisión de dejar el club.
Hace dos días, me reuní en Cuenca con Marín, que había venido del pueblo con el presidente del Club Atletismo San Clemente. Me presentaron un proyecto interesante con el objetivo de superar al Atletismo Cuenca, principalmente en participación pero sin descartar clasificaciones. Han incorporado mucha gente de Madrid, los equipos Trotones y Akiles van correr el circuito defendiendo los colores de S. Clemente, en total más de 50 corredores. Por su parte, Marín también pretendía dar un impulso con miembros de la sección árbitros y ya tiene apalabrados otros 15, que además son de la zona de la Mancha, pues puso un anuncio en el colegio castellano-manchego.
A estos argumentos, se unen los siguientes incentivos: inscripción gratuita para circuito y carreras, además de la media y maratón de Madrid, tres carreras más a elegir en Madrid, compensación económica por desplazamiento, siempre que se superen 12 carreras, compensación por hacer todas las carreras, reparto equitativo de premios, tanto en dinero como en especies, equipación con chandal y bolsa de bienvenida.
Cierto es que no se me ha perdido nada en S. Clemente, y que los incentivos económicos, aunque importantes, no son fundamentales ni la causa de mi marcha; como os digo, necesito nuevos aires.
Aunque es comprensible que cuando nos encontremos, no será lo mismo, espero poder saludaros con el mismo cariño y afecto del primer día. Además, podeis contar conmigo para hacer en carrera una labor de ayuda a quien lo necesite, principalmente a los "pavones" de mi grupo: Luis, Ruano, Rober; aunque por vuestros entrenamientos y la motivación extra que tendreis conmigo, seguro que me dejais tirado. Tampoco os faltará una palabra de ánimo para todos, ya me conoceis.
Solo me queda, agradeceros vuestra amistad y desearos buen viaje en el 2010.
Pero no se suspendió la actividad y a la hora convenida se presentaron 48 infatigables excursionistas dispuestos a pasar una agradable mañana de campo. Y a fe mía que se consiguió. Disfrutamos de este singular paisaje con los 5 sentidos: matices de verdes inimaginables, el olor de la tierra y la hierba mojada, el murmullo del viento entre las copas de los árboles (y algún que otro movil), el tacto de la madera y el calor humano de los asistentes y sobre todo el gusto: ese jamón y queso con su vinito y/o cervecitas. Inigualables.
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