miércoles, 25 de agosto de 2010

TRASEROS CIMBURRIOS. CRÓNICA DE LA CARRERA DEL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ

Cuando antes de una carrera como la del Castillo, tu cerebro genera una duda acerca de tu capacidad para poder superar las duras rampas de la misma; tu estómago comienza a runrunear, los nervios se instalan en la barriga y los esfínteres de tu cuerpo deciden dar rienda suelta a las necesidades fisiológicas del mismo. Hablando en plata, que te cagas por la pata abajo.
A buen seguro que ese no fue el motivo de la ausencia de Pedrito en la foto de equipo, pero sí de su visita a las afueras del pueblo para aliviarse. O quizás, que como –“esas cosas a mí no me gustan”- sigue enfadado por los últimos cuernos en Belmontejo. Y a su favor he de decir que a mí tampoco me gustan. A diferencia de Pedrito, ese si fue el motivo de mi “flojera anal” y por la que tuve que buscar remedio de urgencia. Imagino que el dueño de la funda del coche que me sirvió para contener la avalancha, pues la carrera estaba a punto de empezar y no daba tiempo a visitas, se seguirá preguntado de dónde demonios viene ese olorcillo. Rulo, testigo de excepción del hecho, sigue en estado de shock .
Pero dejemos tan impactantes imágenes y caguémonos, digo, centrémonos en la carrera.
El comienzo fue muy emotivo. Aunque ya apenas se me eriza ningún pelo de mi cuerpo tras mi conversión a la metrosexualidad, la historia que allí se contó, el aplauso y homenaje que se brindó a un chico que había fallecido y que nunca había experimentado la sensación de participar en una carrera, y que pudo hacerlo tras ser llevado en su silla de ruedas por alguien con la suficiente fuerza física y mental para ser considerado un atleta especial, hicieron que me emocionara y que con esfuerzo por la rabia contenida, evité derramar alguna lágrima.
En esas estábamos cuando los traseros más rápidos, no en disparar si no en salir disparados; aquéllos que son la punta de lanza del atletismo cimburrio y que suelen buscar una buena colocación en la salida, empezaron a acompasar sus cachetes al ritmo del galope. Los traseros diesel, es decir, unos cuantos y yo, aquéllos que temerosos de su capacidad nos refugiamos en el grupo, arrancamos al paso lento, con cierta inquietud por lo que nos esperaba.
Pese a lo duro del recorrido al principio vas cuesta abajo, cómodo, relajado, observando y comparando traseros, buscando algún indicio en alguien que haya podido sufrir la misma situación antes de la carrera por la que has pasado tú, y llega un momento en que definitivamente te sueltas.
-“No es para tanto”- piensas. Ahora es cuestión de dejarse llevar. Y dejas de apretar el culo y te lanzas a tumba abierta. A lo lejos observas unos traseros azulado-amarillos que te suenan de algo (sobre todo el de Ruano).
Y ves el de Pedrito, el trasero más rápido a este lado del Cigüela; los de Javi y Santi, que se estiran a cada zancada como continuación de unas piernas interminables; los de Rober, Oscar y Jose, que parecen cortados por el mismo patrón sacados de la película “Tres cabalgan juntos”; el de Ruano, al que pareces escuchar en la distancia; el de Luís, en el que todavía se aprecia la huella de una mano amiga. Y dejas de ver traseros conocidos.
A mi lado y por la cara de sufrimiento que va poniendo, imagino el de Vico a punto de abrir las compuertas. Pienso, -“mejor acelero y que no me salpique”-. Imagino más atrás el de Jorquera, protegido por sus mallas negras; el de Víctor, a punto de estallar por la presión que ejerce el arroz con bogavante que se ha zampado el muy mamón; el de Miguel, tan simétrico y equidistante de unas piernas largas y un cuerpo estirado; y los de Felipe y Rulo, que también parecen extraídos, esta vez, de la película “Dos cabalgan juntos”.

Y entonces llegas al punto en que Jorge Manrique asentaba sus posaderas y escribía:
(Ahora os torturaré con un poco de poesía para culturizaros un poco, que no todo va a ser vulgar. De paso conocéis al poeta que da nombre a esta carrera. Leedlo que son versos muy bonitos.)
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.

Pues si vemos lo presente
cómo en un punto se es ido
y acabado,
si juzgamos sabiamente,
daremos lo no venido
por pasado.
No se engañe nadie, no,
pensando que ha de durar
lo que espera,
más que duró lo que vio
porque todo ha de pasar
por tal manera.

Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir;
allí van los señoríos
derechos a se acabar
y consumir;
allí los ríos caudales,
allí los otros medianos
y más chicos,
y llegados, son iguales
los que viven por sus manos
y los ricos.
….
Partimos cuando nacemos,
andamos mientras vivimos,
y llegamos
al tiempo que fenecemos;
así que cuando morimos
descansamos.

....
Ved de cuán poco valor
son las cosas tras que andamos
y corremos,
que en este mundo traidor,
aun primero que muramos
las perdamos:
de ellas deshace la edad,
de ellas casos desastrados
que acaecen,
de ellas, por su calidad,
en los más altos estados
desfallecen.

.... Y tras dar la vuelta al monolito, en recorrido de ida y vuelta, te cruzas y pones cara a los culos que te precedían y a los que imaginabas. Das y recibes ánimos como no se escuchan en ningún equipo.
Y empieza la cuesta arriba. Las distancias se han ampliado y ya solamente diviso los de Luís y Ruano.
Los demás los supones más apretados, con la cara desencajada por el esfuerzo de una dura pendiente.
Y después de coronar la última cuesta y girar en el castillo, los imaginas entrando en meta, ya relajados, satisfechos y orgullosos de haber aguantado el envite.
Así fue como quince traseros cimburrios volvieron a escribir una gloriosa página dentro del Circuito y consiguieron el quinto puesto por equipos. Puesto que por otra parte es al único al que se puede aspirar, no por la calidad y belleza de los traseros, que si por esas características se establecieran las clasificaciones, que nadie dude que lideraríamos la prueba; si no por el número de los mismos y que nos impide luchar en igualdad de condiciones con los demás.
Quedan tres carreras. Apretad el culo para que no nos den, logremos el quinto puesto y mostremos al mundo la calidad del trasero cimburrio, del que habrá que pedir denominación de origen.

EPÍLOGO
A veces las musas te visitan cuando menos te lo esperas y más si habías decidido no volver a escribir una crónica, por no copar todo el protagonismo y desanimado por la escasa participación. Por eso, cuando tras compartir mesa y mantel en una agradable cena y oyes: -“tiene que haber alguien que tire del carro porque si no se va todo al garete”-, decides volver a implicarte una vez más.
Pero esta vez si que me despido como cronista hasta el año que viene, allá por la cuarta o quinta carrera, si para entonces no he fichado definitivamente por San Clemente. Tendréis que arrimar hombro, pluma y comentarios más gente, si no esto no tiene mucho sentido.
Y en esa agradable cena que terminó con anécdotas de todo tipo, las escatológicas dieron mucho juego y sirvieron para hacernos unas risas.
Nuestro ALBER fue el más activo parlanchín y a quien le ocurren cosas que a buen seguro más de uno se ha visto reflejado en tales situaciones. Pues bien, este “individuo” que tiene el “dudoso” honor de haber acabado con la carrera deportiva de Víctor y no haberse atrevido a defenderse en este blog de tales acusaciones, ha sido por otra parte el inspirador de esta crónica con su memorable historia de la utilidad del teléfono móvil cuando estás cagando (con perdón).
Como habrás leído, yo también soy un “cagón empedernido”. Y esta es sólo una de tantas. Nadie es perfecto. Perdonad pues nuestros defectos y aceptarnos tal como somos.
Eso sí, él hace unas paellas y unos guisos de muerte y yo no. Gracias por tu invitación y por una bonita velada. Va por ti, maestro.
P.D. Y ahora si tienes que replicarme que no sea con el trasero, que seguro que me ganas. Lo escribes en el blog.

martes, 17 de agosto de 2010

TIERRA DE MOSCAS

Es verano, hace calor y la presencia de un insecto característico de esta época del año, la mosca, es menos frecuente por casa.¿Por qué? nos preguntaremos. La respuesta es tan sencilla como pasarse por el pueblo conquense de Belmontejo, lugar migratorio de este insecto tan pesaito en la época estival.
Para que os hagáis una idea de la población de moscas en el citado pueblecico, la cosa está 200 moscas por habitante. De ahí que las fotos hayan salido un tanto
extrañas.


Tras situarme en lugar privilegiado, libre de insectos, tuve la suerte de captar al equipo cimburrio al completo, con la concentración de algunos por la posición estratégicamente ganada y la alegría de otros, por tomarse la carrera con otro tipo de presiones que el de tener a Fulano o Mengano soplándote en la oreja ansioso por adelantarte.



Pasado el primer tramo continuó un silencio que helaba la sangre. Un zumbido que resonaba como un tornado de fuerza 5, nos orientó por donde se estaba cabalgando sobre las voladoras que calzaba nuestro alado equipo.



Finalmente y como colofón, a todos los participantes les aguardaba la parte más dura, la cuesta final donde había que echar el resto de fuerzas que si antes se habían guardado se podía recorrer no sin apretar los dientes. Así los que guardaron se crecieron y los que no ... Pero incluso con la dureza del terreno se nos deleitó con sprints finales que jaleamos para mayor emoción. Felicidades a todos y muy buena carrera.

lunes, 16 de agosto de 2010

2 sonetos para Belmontejo

Carrera 13. Villa de Belmontejo
Aunque mermados por las vacaciones
14 cimburrios, con dispar sensaciones
dispuestos a dejarse el pellejo.

A menos de 4 viendo su reflejo
Pedro, Rober y Santi como aviones.
Jose, Ángel y Raúl no son reculones
y untaron, entre otros, al de Castillejo.

Luis y Marín fueron los siguientes
junto a Jonquera por debajo de 5.
Buena carrera. Sin regañadientes.

El resto pusieron menos ahinco
Miguel sin el rulo, con los ausentes
y Julio cansado de tanto brinco.

********

Los 3 últimos fueron como el culo
culpable el arroz con bogavantes
Victor con Domingo de acompañantes
y Ortega delante. Que ridículo.

Bea fotografiando el espectáculo
con otros se fue un poco antes.
Luis y Raúl son grandes donantes
birras y jamón sacaron del vehículo.

Corredores que se entregan en todo
en el cachondeo y las competiciones
entrenan carreras y empinan el codo

Ser 5º por equipos son sus misiones,
lucen la azul cimburria como apodo
y para ello les sobra _______ones.

viernes, 13 de agosto de 2010

PAPÁ, ¿POR QUÉ NOSOTROS NO TENEMOS PUEBLO?. CRÓNICA DE LA CARRERA DE CARDENETE

Es de esas carreras a la que los que tenemos pueblo profesamos un especial cariño.
Y es que desde la nostalgia del tiempo pasado y vivido a finales de los 70 y primeros 80, yo fui SANOCHAOR en el mío.
Quien no ha experimentado esa sensación de acostarse cada día más tarde, tras compartir con amigos y amigas, adolescentes como tú; charlas, risas, cigarros, zurras, música del radiocasete, fiestas de otros pueblos,… no puede comprender ni siquiera imaginar lo alegre y feliz que fue ese periodo de la vida de un sanochaor veraniego.
Eso sí, con la ventaja que representaba no tener obligaciones mañaneras. Por que cuando alguna se presentaba y remoloneabas por que no podías ni con tu alma, ¿quién de vosotros no ha sufrido de sus padres la frasecita?: TRASNOCHAR Y MADRUGAR NO CABE EN NINGÚN COSTAL.
Por eso, el día que escuché a un amigo que había venido a Villar del Horno a pasar unos días en verano, decirle a su padre: -“Papá, ¿por qué nosotros no tenemos pueblo?, me dio pena. Y ahora, desde la nostalgia, echo de menos aquella época.
¡ Que esta introducción sirva de homenaje a todos los SANOCHAORES de nuestro pueblo. ! Y a la crónica de esta carrera.
La misma se presentaba dura por el calor reinante y por que los sanochaores que la organizan, con la intención de querernos enseñar su pueblo, nos atizan una vuelta al mismo, que aunque parece que no, te castiga las piernas con tanta cuesta arriba y abajo.
Y si eso te deja madurito, según sales del pueblo, otra cuesta termina de rematarte. Sobre todo si te has cervezao bien en el aperitivo, has comido con ansia, te has hidratado con tinto de verano según mandan los canones estivales, café, copa y si se tercia que seguro que sí, algún cubata. Lo que viene siendo ni más ni menos, que cantarían Los Chichos, la dieta de un corredor popular cimburrio el día 31 de julio. Y es que vaya fecha.
En fín, que al llegar a la susodicha cuesta te empieza a subir un amargor por los conductos interiores corporales hasta desembocar en la garganta, que apenas llevas 2,5 km. y estás pensando no en la retirada, que un corredor cimburrio muere pero no se rinde, si no en amoldar tu ritmo al entrenamiento gastronómico previo. Todo esto lo vas pensando sobre la marcha, por que un corredor cimburrio con la inteligencia que nos caracteriza es capaz de correr y pensar al mismo tiempo.
Y unos, los más prudentes y rápidos y que han optado por una dieta blanda, piensan: - “no puedo parar, ahora no puedo parar que se me escapa el Olivares”-, y otros: -“voy a intentar (que sólo queda en el intento) pillar al Pedrito”-.
Algunos más atrás siguen pensando mientras pisan el asfalto a velocidad casi de vértigo: -“joder con el flacucho de las patas como vuela”- ó, -“me duele la rodilla pero no hay dolor, no hay dolor, acelera Oscar que te paso”-, a lo que otro que les viene pisando los talones y que no quiere quedarse sólo, suspira por un –“esperarme que los tres iremos mejor”-.
Cuando éstos ya han superado la cuesta y enfilan un cómodo descenso hacia la ermita de S. Antonio, por la pendiente siguen fluyendo en el aire pensamientos cimburrios: -“voy a echarles un cable a Raul y Luis que van jodidos, estos abuelos”-.
Inmediatamente detrás, el primero de ellos, al que ni el vino tinto de los Estopa que en ese momento suena en su MP3 consigue darle la energía suficiente para superar el flato que le acaba de cascar, sueña más que piensa: -“si lloviese aquí, esta noche venía a coger caracoles”-. Tan baboso debió ser el sueño que a Luis, a pesar de hacer una buena carrera, casi en meta le costó un resbalón en forma de pasada supersónica con cachete de ánimo en el culo y que no le sentó nada bien. Y entonces éste no pensó, habló y dijo: -“esas cosas a mí no me gustan, eso no se le hace a un compañero”-. Joder Luis que no es para tanto. Y no te enfades conmigo que te voy a presentar un remedio para que a ti se te caiga también la baba y vayas igual de rápido que yo.
Mientras tanto, una botella de agua sirve de equilibrio y acompasa el ritmo de Angel Jorquera, que al tiempo que se hidrata, hoy tiene la mente ocupada pensando en el enfado que tiene su hijo por haber llegado tarde y no poder correr la carrera de niños: -“tengo que salir antes de Madrid y no venir tan estresado, joder ya me pesa hasta la botella”-.
Instantes después, una distendida charla sirve de relajación a Felipe y Míguel. Para que van a pensar pudiendo hablar, si total el ritmo tampoco los mata: -“¿cuando coges las vacaciones Míguel? Yo en Agosto”- , -“yo también, me voy a Almería aunque para la carrera del Castillo vuelvo y luego me voy otra vez-“ –“Por cierto Felipe, ¿has contestado a la pregunta de Raul, la de los cubos de serrín?. Yo creo que son 37,5 cubos. Te explico.”-. A lo que Felipe que ya ha fijado su mirada en la moza que los precede, le suelta: -“déjate de rollos y fórmulas y mira que culete se gasta esta paisana, joder me está mareando, vamos a ir más despacio, ya llegaremos”-
A Ortega, el asfalto casi derretido le impide avanzar con soltura. Más bien ha sido la dieta dura pero el que no se consuela es por que no quiere: -“joder y eso que hoy estreno estas zapatillas super-chulas de el Corte Inglés, amarillas, con cámara de aire, suspensión trasera y alza delantera para aprovechar el sprint final. Aunque me parece que el sprint lo voy a dar en el bar, que hoy cumplen años el Oscar y el Rober-“
Francis está más preocupado en mirar atrás que en avanzar y piensa: -“joder, joder, que ya me ha pasado hasta el ciego. Si esto sigue así me va a tener que recoger el coche escoba. Menos mal que para los cimburrios lo importante es venir y sumar para el equipo. Además, es mi segunda carrera, que más se me puede pedir-“. Pues eso, venir.
A Francis, S. Antonio es el último en dar la bendición al pasar por la ermita y darle el aliento divino que ha posado en los castigados cuerpos de los cimburrios que por allí han pasado y que tras hidratarse con el agua que se reparte en ese lugar, ¡ Bendito sea el Santo !, han enfilado el camino para dirigirse de vuelta al pueblo.
Los últimos pensamientos de todos son darse ánimos interiores para con gran esfuerzo, dar lo mejor de sí. Y a fe que lo consiguen.
En el puesto 10, Pedrito entra en meta con 33:36. –“Que bueno soy, me lo merezco”-
En el puesto 20, Javi con 35:23 sentencia: -“Buena carrera, esto marcha”-
En el puesto 26, Oscar no desespera y con 36:05 se consuela: -“Las he hecho mejores”-
En el puesto 34, Rober con 37:13 está satisfecho a medias: -“Maldita rodilla. Aunque está pero que muy bien”-
En el puesto 35, Jose con 37:37 y totalmente relajado en el sprint se juramenta para la próxima: -“En Agosto me salgo”-
En el puesto 52, Alberto con 39:22 acaba fuerte y se reencuentra a sí mismo: -“Menos mal que voy otra vez”-
En el puesto 57, Raul con 39:41 y en uno de sus sprints típicos se lamenta: -“Lástima, ni ha llovido ni va a llover”-
En el puesto 59, Luis con 39:49 entra cabreado: -“Este cabrón de Raul.Y encima me toca el culo”-
En el puesto 116, Jorquera con 43:34 se ha dado prisa: -“Me voy ya mismo a Madrid.Hoy toca McDonalds con el niño”-
En los puestos 154 y 155, Felipe y Míguel con 46:19 ambos, siguen con a lo suyo: -“Vaya culetes.La vuelta a Valencia más contenta así”- y: -“37,5 cubos, creo que no he empleado bien la fórmula”-
En el puesto 209, Ortega con 53:02 piensa demandar al Corte Inglés: -“Si me habían dicho que estas zapatillas volaban”-
En el puesto 222, Francis con 57:31 entra de los más contentos: -“He terminado, no me lo creo. Que bueno soy”-. Pues claro, como todos.

Unas reponedoras cervezas, cortesía de Rober y Oscar para celebrar su cumpleaños, nos reúnen a todos al frescor del amor en un bar. Comentamos la carrera, damos caña a algunos, ánimos a otros… Buen ambiente, buena gente, buenos momentos.
Aunque tengo pueblo me enorgullezco de defender esta camiseta.

Crónica escrita por Raúl Ferrer

sábado, 7 de agosto de 2010

VOTACIONES CARRERA CARDENETE

Como nadie se anima, doy el pistoletazo de salida para las votaciones de la carrera de Cardenete, antes de que se celebre la próxima y empecemos a mezclar recuerdos, votos y dejemos en el olvido lo sucedido.
No quiero tampoco copar el protagonismo, pero si veo que el lunes no ha colgado nadie la crónica de la susodicha, tendré que lanzarme al ruedo.
A partir de ahora, si os parece bien, creo que es mejor que las votaciones de las carreras las hagamos dentro de la entrada nueva relativa a la misma. Así, están todas recogidas en una y se facilita la labor.
Por ello, aquí van las mías y espero que los doce restantes que asistieron al evento, o la gran mayoría a ser posible, voten a continuación dentro de los comentarios.


5 PUNTOS: FRANCIS, por haberte conocido en nuestra primera carrera juntos y para animarte a que sigas viniendo. MIGUEL, no por correr precisamente, como imagino supondrás, si no por esa crónica tan "culta" que muchos catedralicios de la Rial Acaidemía de la Língua Española no escribirían ni en sueños y naturalmente, por la botella de vino que me regalaste. LUIS, para que levante el ánimo y por que esta vez sólo se desfolleció a 50 m. de meta. Perdona la pasada, je,je.

4 PUNTOS: PEDRO, por deci-animal, por que hay que ser mu' animal para llegar el décimo. JAVI, por veinte-animal, igual que el anterior. OSCAR, por que aunque has bajado el pistón sigues arriba y por tu cumple al día siguiente. ROBER, por que se acerca a los de arriba a toda pastilla y cumplía años dos días después. Gracias a ambos por las cervezas.

3 PUNTOS: JOSE, por que veo que el Camino no te ha quitado las fuerzas y seguirás mejorando. ALBERTO, por llevar a Luis en volandas. JORQUERA, aunque te tenía que dar cero patatero por llegar tarde para que tu hijo pudiera haber corrido. Si lo haces otra vez no te van a dejar venir a tí. FELIPE, por hacer de liebre de Miguel, aunque no sé si eso es bueno. ORTEGA, por que te relajaste a pesar de tener zapatillas nuevas, mamón.

O PUNTOS: para mí, por tener flato durante un par de kms. y por no esperar a Luís a 50 m. de la meta. Eso no se hace, soy un mal amigo.

lunes, 2 de agosto de 2010

CHAMPIÑONES, CHAMPIÑONES, OE, OE, OE (que es lo que me sugiere este pueblo) o Crónica de la carrera de Villanueva de la Jara

Ya me suponía yo que a mi vuelta de tierras xacobeas nadie se habría aventurado a redactar la crónica de la carrera de Villanueva de la Jara, así que empleando la mitad de la cuarta parte del tiempo (que no dispongo) que seguro le ha llevado a Miguel hacer la elaborada crónica de Quintanar de Rey voy a plasmar lo ocurrido el 24 de Julio en tierras Jareñas.

Y dado que se han puesto de moda las comparaciones (a los caracoles, a la selección de futbol) nuestras andanzas en el circuito me sugiere a mi una particular peregrinación por tierras conquenses. Porque ¿no es peregrinar ir de pueblo en pueblo en busca de obtención de recompensas deportivas o regocijo personal? A medida que avanzaba en mi semana del camino de Santiago encontraba más símiles a utilizar en este peregrino ejercicio de comparación que espero animen a más de uno a realizarlo ya que es una experiencia irrepetible que hay que vivir en primera persona.

Lo primero con que te encuentras son los cagaprisas, como el amigo Luis, que a las 5 de la mañana ya están en el albergue haciendo el petate para salir de marcha no más tarde de las 6. Pero leche si sobra tiempo para todo (como en las carreras).

Sales del albergue y observas a la peña con su peculiar ritual de ejercicios de estiramientos (como en las carreras) que en este caso se extienden a hombros y espalda.

Cada uno sigue la ruta a su ritmo en función de sus posibilidades (como en las carreras). Unos a toda pastilla, como nuestros aguiluchos, otros despacio, como yo mismamente, unos cantando, otros riendo u callados (como en las carreras).

Maltrechas rodillas y doloridos pieses son soportados por muchos caminantes que se ayudan de vendajes, rodilleras y apósitos que ayuden a llegar a la meta con el menor dolor posible (como en las carreras).
La ruta se halla jalonada de flechas en el suelo y en las paredes que te marcan la dirección y los miliarios que te ubican a la distancia en la que estas (como en las carreras).

"Hay etapas con terreno dócil y en muy buen estado, mezclando tierra y piedra con pequeñas carreteritas entre pueblos, con suaves ascensiones y descensos, alternando con tramos llanos. y otras que presentan fuertes subidas de considerable pendiente seguidas de prolongados descensos. " (literal de una guia de la Xunta, como en las carreras).

Y sobre todo es comparable la alegría que produce ver al final de la etapa las casas de cada pueblo con sus puentes románicos a modo de arco de meta (como en las carreras) dando por bueno el esfuerzo realizado y esperando lograr alguna recompensa material o satisfacción personal.

Pero volvamos a lo ocurrido el 24 de julio que, a modo de mérito para algunos y de atenuante para otros, hay que recordar que aconteció coincidiendo con las fiestas de Pineda.

Nuestro flacucho Javi hizo de estandarte en ausencia de Pedrito llegando en la posición 17 a 3:42, seguido de un meteórico Rober que llego en la posición 30 a 3:49. Echales un galgo a estos. Ruano envió a su alter ego que evidenció prometer para próximas ediciones corriendo a 3:52 y quedando en la posición 34. Próximos a este llegaron Jóse y Alberto que cumplimentaron la carrera a 3:54 y 3:58 quedando 38º y 46º respectivamente. Evidenciando el fenomenal estado de forma llegaron Marín a 4:07 y Luis Puerta a 4:08. Ambos quedaron en las posiciones 63 y 65. Carrera sin alardes, austera, pero efectiva la que hicieron Jorquera y Felipe que les permitió terminar en las posiciones 156 y 204 corriendo a 4:36 y 4:48 respectivamente. Victor y Miguel hicieron una carrera algo más digna que las previas al no tener que pararse por culpa del primero y terminaron a poco más de 5 en las posiciones 267 y 268. Julio y Ortega llevan camino de convertirse en la próxima pareja reconocida de atletas cimburrios: esta carrera la acabaron en el puesto 330 y 338 corriendo a 5:32 y 5:40. Meritoria segunda carrera de Francis que amagando dar solo una vuelta, culmino los reglamentarios 9,8 km a 6:04 finalizando en la posición 349.
En definitiva que los 14 corredores cimburrios lograron una semana más la 5ª posición por equipos.

Animandoos a que realiceis el camino de Santiago se despide de vosotros hasta Belmontejo, si he recuperado la sensibilidad de las piernas, vuestro amigo Victor.

PD.- Azarosamente el tradicional abrazo al apostol Santiago lo realice con la camiseta del club para que, al menos de forma simbólica, sean bendecidas nuestras andanzas.